Medusa pasea por las aulas
Medusa era originalmente una hermosa doncella, «la celosa aspiración de muchos pretendientes» y sacerdotisa del templo de Atenea, pero cuando fue violada por el «Señor del Mar» Poseidón en él, la enfurecida diosa transformó su hermoso cabello en serpientes e hizo su cara tan terrible que su mera visión convertía a los hombres en piedra. En el relato de Ovidio, Perseo describe el castigo de Atenea a Medusa como justo y merecido. Por ello Medusa representa la Lujuria.
El horror ante la marginalidad petrifica
El pálido terror se apoderó de mí, temiendo que la ilustre Perséfone, reina del inframundo, me enviase del Hades la cabeza del horrendo monstruo grisáceo (la cabeza de Medusa ) fragmento
Medusa pasea por las aulas
Medusa muestra el horror de la vida en las líneas de su rostro.
La mujer castigada, otrora la más bella, deja petrificada a los que miran de lleno su pena, congela al otro y lo transforma en un objeto decorativo de su propio museo.
Un museo cargado de muertos e historias de dolor.
El mito de Medusa vaga por los pasillos de la escuela, se impregna en la vida de algunos alumnos, llegando a profesores y tutores a través de relatos tan repetidos como conocidos.
Cotidiana -mente escuchamos a los alumnos contar estas historias que te congelan por el dolor y la injusticia.
Rápidamente se hacen corpóreos los fantasmas de la violación, la droga, los golpes y los accidentes innecesarios producto de la marginalidad extrema.
La escena se repite con una exactitud admirable, los guerreros que se atrevieron a luchar contra el horror quedan petrificados.
Ellos piensan que no hay nada por hacer ante la marginalidad que todo lo abarca y todo lo ve, nadie está más allá de sus ojos.
¿Qué puedo hacer yo ante eso?
¿Qué puede pedirme usted?
¿Qué me puede pedir la escuela?
Como Medusa, perdieron la belleza, en este caso la belleza de la infancia y la juventud. Como Medusa muestran en su voz la fuerza de lo horrible, lo inapelable, la fuerza de los dioses pesa sobre sus existencias.
Por eso a Medusa se la mira sólo por su reflejo. Para entablar la lucha se usa el escudo de Perseo, no se ofrece el pecho desnudo, ni se la mira de frente. La lucha más eficaz será por añadidura.
La estrategia será darle un lugar diferente a los alumnos para que disfruten del trabajo grupal y se posicionen subjetivamente en espacio subjetivo más placentero, lejos del destino de ser un juguete de los dioses.
Desde una intervención psicológica en la escuela se le ofrece la oportunidad de habitar un espacio diferente, se crea un lugar donde el alumno es requerido para la acción.
Se crean dispositivos de participación donde la tarea es lo que convoca, por otro lado, los dispositivos reconocen al otro como diferente, reconocen la participación democrática.
En definitiva, el dispositivo en sí mismo es noble y pacifica aquellos que lo construyen.
Sintetizando algunas ideas, me gustaría escribir que más allá de la catarsis de los alumnos, escuchar sin acción es solo oír.
Creo que la eficacia pasa por ofrecerles un espacio diferente, una zona de construcción social, un ámbito para el desarrollo subjetivo.
Las oportunidades no abundan, dar desde el rol del psicólogo una de ellas, resulta una oferta de crecimiento.
La acción de psicólogos en escuelas marginales es tan necesaria como inminente la escuela debe modificarse para ser más justa en todo su accionar
Nota:
Prometeo en contra de los dioses dejó el saber del fuego allí, algunos lo tomaron y cambiaron el mundo… otros sólo esperaron que llueva y que Zeus les envíe su rayo para calentarse.
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